miércoles, 20 de febrero de 2013

LA EJEMPLARIZANTE LABOR DE LA ASOCIACIÓN DE FUTBOLISTAS ESPAÑOLES

      Los próximos días cumplirá su tercer aniversario la actual junta directiva de la Asociación de Futbolistas Españoles, AFE. Durante este periodo tal vez no son muchos los logros tangibles, pero sí son los beneficios conseguidos para quienes depositaron su confianza en un grupo de exfutbolistas unidos por su pasión por el deporte del balompié y su acentuado espíritu de solidaridad.
       En una coyuntura ausente de valores de honestidad, ayuda y lealtad analizar el trabajo de la directiva que preside Luis M.Rubiales ofrece corrientes innegables de adhesión.  Sus principios de “Unión, Proximidad, Transparencia, Compromiso y Firmeza” no son solo vocablos en su libro de ruta.
       Aún recuerdo aquellos últimos meses de 2009 cuando la plataforma eleccionesafe.com surgía ilusionada en conseguir el reto de dirigir el sindicado de los futbolistas. Aquellos soñadores creían en la necesidad de construir un órgano representativo  que acogiera las preocupaciones de todos los futbolistas, pero en especial de los más modestos. 
        El recurso de la aplicación de la Ley Concursal por parte de las entidades futbolísticas era incipiente, pero AFE ya acumulaba a centenares de asociados que sufrían el desamparo tras comprobar cómo sus contratos laborales quedaban reducidos a un 50 ó 40% de su salario.

      La crisis económica ha agudizado los problemas en los clubs, pero el colectivo AFE ahora no se siente desamparado. No voy a glosar aquí los objetivos realizados por esta directiva, únicamente voy a destacar la labor del sindicato en dos tareas: la regularización laboral y la formación.
     Es este punto uno de los factores más loables de la Asociación de Futbolistas Españoles, no solo por las propuestas de aprendizaje que facilita sino por el espectro formativo que ofrece a sus  afiliados.
      Pero no solo la oferta formativa es elogiable, la organización de las sesiones AFE supone un ejemplo a seguir por otras muchas instituciones nacionales. El escaparate que supone la organización de estas jornadas para los asociados sin equipo es una bocanada de esperanza para todos aquellos futbolistas que quieren continuar desempeñando esta profesión. Es una oficina de empleo para el futbolista.  Una oficina extremadamente loable.
      Su último éxito se refleja estadísticamente de la siguiente forma: de los poco más de una veintena de participantes en la última edición de sesiones AFE el pasado mes de enero, 17 han sido fichados por algún club.
       Los números reflejan el triunfo del sentido de solidaridad en el fútbol. Un sentimiento que los directivos de AFE, lejos de la superficialidad que muchas veces envuelve al espectro futbolístico, han dotado de un elogiable valor conceptual.

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