lunes, 2 de octubre de 2017

NO A LA MASA, SÍ A LA PALABRA

    A veces, como bien dejaba entrever mi amigo Felip Bens, yo también “vivo alejada del blanco y el negro. En un excelente artículo publicado en Valencia Plaza, el escritor y periodista del Marítim expresaba el “peligro” que engendra estos días, incluso en tu entorno más próximo, opinar, hablar, comentar. A acción reacción y a la palabra, el insulto y la vejación por ser “blanco o negro”.

Hoy, el 2 de octubre de 2017 confieso que escribo con miedo pero con el corazón pellizcado y las emociones demasiado alteradas. No entiendo el sí o no como única respuesta, la palabra conlleva más poder que la simplicidad con que la envilecen quienes carecen de la valentía para usarla adecuadamente. Es más fácil el grito, el vocerío, la acción…o la desidia.

Muchos y muchas llevamos semanas opinando simplemente en el entorno más cercano, parece que solo en casa o en la soledad del uno mismo podemos difundir los pensamientos u opinión que el “asunto catalán”, como eufemísticamente se mal adjetivó una situación que va más allá de Cataluña, nos origina.

Sí, subliminalmente el “affaire” del referéndum catalán ha mermado la LIBERTAD en TODA España, Estado o territorio donde hemos nacido y donde convivimos diariamente. No importa la ciudad o el barrio, lo que era un asunto político que requería del diálogo para consensuar soluciones se ha convertido en un conflicto y en un revés para la libertad de expresión de cualquier ciudadano de España.                                                                 

Puede que al publicar estas palabras se genere esa corriente de insultos que ha engendrado la política, sí, la política, porque solo su ausencia es la culpable de la acción y de haber llegado hasta este 2 de octubre con un semblante triste en nuestro rostro y un sentimiento encolerizado en nuestro interior.

Por eso, lo mejor era callar, “no te impliques”; “ni se te ocurra publicar”; “no hables”, han sido los consejos de los más próximos, pero tras observar ayer estas imágenes en nuestra ciudad, en Valencia, pido perdón a los que me han intentado frenar por no hacerles caso pero me resulta imposible el silencio. Me niego a autocensurarme en mi libertad de expresión por miedo. Yo amo esta ciudad, me encanta su luz, su olor a mar, su vida, su paz y hasta su gente, es ma casa, la meua terra…pero hay rincones del mundo donde siempre he sido feliz, lugares que adoro, Barcelona y Bilbao son algunos de esos lugares por eso, sí, el deporte es rivalidad, es fanatismo, es pasión, pero jamás debe ser parapeto ni excusa de nada.

Ayer Mestalla acogía un encuentro de fútbol entre el Valencia CF y el Athletic Club por eso, los que amamos el deporte, todavía nos sentimos más afectados emocionalmente por estas imágenes difundidas por el periódico EL CORREO. 


ESTO que ocurrió ayer,  ESTO es lo que genera la desidia POLÍTICA, el "Divide y Vencerás" provoca reacciones irracionales descontextualizadas.

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