Establecer sinergias entre el cine y el fútbol ha sido una perspectiva utilizada varias veces aunque no siempre el logro ha permitido el elogio. En el MUVIM en Valencia el ciclo cerrado esta misma semana sobre ambos ámbitos ha supuesto de nuevo un foro para analizar en presente y en perspectiva el poder, valor y hegemonía de uno y otro.
Sin conclusiones categóricas como objetivo, el ciclo ha permitido dignificar la pujanza de un deporte que ha endilgado en espectáculo.
El título del ciclo “El Planeta Fútbol. Una pasión universal”, ha retratado el objetivo de un ciclo-seminario que ha argumentado en todas sus proyecciones la constante que ha convertido al fútbol en el deporte aglutinador de civilizaciones o razas tan diversas como las que protagonizan la película “La Gran Final” donde habitantes de Mongolia, Sáhara y Amazonas tienen como vínculo de unión el empeño por presenciar la final de la Copa del Mundo de 2002 entre Alemania y Brasil.
En esta coyuntura tan ausente de sueños y elementos vinculantes, la sensación de permanecer a un colectivo la facilita la pertenencia a lo que Jorge Valdano llama la “tribu” del siglo XXI.
Este mismo argumento se esgrime metafóricamente en el visionado del filme “Match” inédito en España dirigido en este año 2012 y que aludía a la historia del Dynamo de Kiev y su enfrentamiento con militares del ejército convertido ya en argumento de la película “Evasión o Victoria” de John Huston.
Para los que demonicen el fútbol, este siempre representará el “opio del pueblo”, el “pan y toros” español universalizado en deporte de equipo; sin embargo, cuanto más tiende la sociedad a inmolarse más necesario supone “suspender el tiempo”. El escritor Carlos Marzal definía así la necesidad de existencia del fútbol como espectáculo de masas. Cierto que además en época de depresión social se antoja necesaria la suspensión temporal del abatimiento generalizado del pueblo que transita más cariacontecido que ilusionado, ese es el factor que personifica el fútbol, ese que se cataloga precisamente en el subtítulo del ciclo del MUVIM: “la pasión universal”, y ya se sabe que la pasión es la única que genera entusiasmo, fervor, fanatismo, emoción….
En el MUVIM el ciclo se ha ceñido al fútbol pero también estos días el Consejo Superior de Deportes (CSD) ha puesto en marcha el curso 'Cine y deporte: educación y entretenimiento', con el fin de utilizar el “Séptimo Arte” como recurso educativo y herramienta para el entrenamiento deportivo. Según se indica del CSD “Se busca estudiar los comportamientos humanos alrededor del hecho deportivo, ya sea de alta competición o no. Con todo ello, el alumno será consciente de la importancia que ha adquirido el deporte en otros ámbitos”.
Educar, formar, entretener y enajenar, en definitiva, utilizar un arte (el cine) para enaltecer una ciencia (la actividad física: el deporte).