sábado, 29 de diciembre de 2012

COMENTARIO AL EXCELENTE ARTICULO DE BORJA VENTURA EN JOTDOWN


           Puedo entender que no resulta muy “educado” tal vez el extender un comentario sobre un artículo de opinión. Parece que salir al paso de pensamientos ajenos puede identificarse como una ausencia de respeto. Nada más lejos de mi intención en estas líneas. Más bien, todo lo contrario.
         Empeñada en devorar comentarios, columnas y opiniones que puedan reflejar la verdadera realidad de cuanto nos acontece en esta revolución del siglo XXI que estamos “sufriendo”, me resulta casi indispensable abrir mi foro de pensamiento para plasmar aquí todas las sensaciones que se agolpan en mi propio ser tras leer el artículo de Borja Ventura en JotDown Magazine en esta mañana de sábado  donde las fiestas navideñas no han hecho personalmente más que encender mi ira al comprobar al auge de la hipocresía  que, no obstante, no ha logrado disfrazar el verdadero estado depresivo de una sociedad incapaz de llenar circos, ferias, teatros e incluso centros comerciales en la época vorazmente consumista del año.  
           No señores, esta sociedad no tiene ganas de fiesta ni nada que celebrar, por mucho empeño que pongamos en entregar a la infancia (el único colectivo no contaminado de mentira) nuestra irreal ilusión. Culpable sólo es uno: el virus de una crisis que funciona como excusa para destruir la cotidianeidad de varias generaciones y desmantelar el estado de bienestar que, al fin y al cabo, es el único estado que debería disponer quienes transitamos temporalmente por esta tierra. Al fin y al cabo, ¿qué es la vida sino una ilusión o un rato de búsqueda de felicidad?, y si es así, ¿por qué ese empeño en envilecérnosla?
                Por eso quiero extraer algunas expresiones de Borja Ventura en un artículo donde su título ya nos muestra que no habrá adornos en su retrato “El cáncer de España eres tú”  http://www.jotdown.es/2012/12/el-cancer-de-espana-eres-tu/

         Tal vez mi emoción se ha despertado al visionar en su segundo párrafo las referencias a mi único y verdadero “pueblo”  El Cabanyal, plagado de viviendas tradicionales y algunos focos culturales con patrimonio histórico, lleva años abandonado a su suerte. Ni vigilancia policial, ni servicio de limpieza, ni fomento del comercio. Nada. La consecuencia evidente: el barrio empezó a caerse a trozos”.
              Así está mi Cabanyal, ese barrio que en cualquier otro país sería el referente cultural de una ciudad que dispone de la enorme suerte de ubicarse a la orilla del Mediterráneo y que sin embargo, en Valencia, en España, es utilizado como ghetto  al que destruir.  Tal vez, ni unos ni otros perdonan el pasado republicano de unas calles en las que el modernismo del siglo XX convirtió en obras de arte hogares, un lugar donde sus habitantes han dispuesto durante generaciones de ese erial cultural que ensambla las tradiciones populares propias con las civilizaciones que el mar, (siempre el mar) puede llegar a traer a sus puertas.
           Comprobar desde mi sillón junto al mar que desde la lejanía sí aceptan el peso de un pasado tan cargado de intelectualidad y cultura popular me ha emocionado. 
           Pero también me conmueve la comprobación de la destrucción de otro pilar de mi cotidianeidad: la desaparición de los canales autonómicos. Yo, trabajadora de RTVV veo en estos días cómo se desmantela el lugar en el que crecí profesionalmente, el lugar en el que creí, porque yo me niego a aceptar, a pesar de haberlo vivido (sufrido y padecido) lo que Borja Ventura magistralmente comenta así:  Los políticos “Han olvidado que las televisiones y radios autonómicas se crearon para preservar la cultura, lengua y costumbres de cada región y las han utilizado como pequeños No-Do con los que arremeter contra sus rivales políticos o esconder escándalos propios...”
Pues sí señor. Y ante esta fiel descripción, "no comment".
           Pero encontré más retratos que han sacudido mi realidad y que en JotDown quedan en un solo artículo reflejadas: la sanidad. En mi vocabulario el sinónimo de enfermo igual a ingresos que los responsables políticos han decidido otorgar a quienes más sufren por su propia supervivencia hiere directamente el concepto de humanidad que, (ilusa de mí) aún cree entender como principio fundamental de convivencia.
               Sanidad, educación, derechos laborales, todo lo que se nos está escapando de entre los dedos como la arena desaparece de entre las manos al quedar abiertas. Se escurre como nosotros estamos viendo marchar todos los valores generados durante décadas.
               Es lo bueno conseguido durante el cambalache de siglo XX que sufrió este país para intentar renacer y que ahora parece sólo un púgil al que atacar de forma inefable por increible “esta especie de genocidio económico que vivimos desde 2007, esa quimioterapia que no hemos chutado en vena, solo mata células sanas”
             En definitiva, amigo lector, no dejes de leer en JotDown hoy el artículo de Borja Ventura, aunque no importa que lo hagas mañana porque por desgracia su vigencia es tan real que todavía nos va a inmiscuir en desesperanza y desequilibrio un tiempo porque:
“España tiene un cáncer. Uno tan violento que en apenas unos años se ha extendido a muchas partes del cuerpo, una metástasis rápida y letal. Afecta a la política, claro, pero también a los medios, a los ciudadanos y a los principios sobre los que creíamos estar seguros. El enfermo, los enfermos,http://www.jotdown.es/2012/12/el-cancer-de-espana-eres-tu/ como en el ejemplo de El Cabanyal: los mismos que provocan la enfermedad”.
Y esos, por desgracia, son los que controlan nuestro mundo.

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