sábado, 3 de noviembre de 2012

SI TÚ ME DICES VEN....

                Existe una costumbre psicológicamente estudiada que consiste en recoger  y/o recopilar frases. Un libro, una película, una canción, un retazo de vida te ofrece una ventana en la que identificar un sentimiento, una coyuntura, un momento, un presente, un recuerdo, un anhelo, un sueño….A veces sucede ese pellizco emocional y entonces esa expresión o frase te sacude el estado anímico. Lo determina hasta generar una corriente que abre una abanico que puede originar al mismo tiempo entusiasmo, quebranto, morriña o paraíso.
                 Reconozco que esta “¿extraña?” costumbre me acompaña y, por eso,  me sorprendió comprobar recientemente que se trata de una ”manía” bastante extinguida.  Son de esas sinceridades que sólo surgen en conversación en coyunturas determinadas y que casi siempre, se convierten en revelaciones inconscientes. Tal vez  por esa razón, me sorprendió en grado superlativo comprobar que incluso existen páginas web creadas para este menester.
            Al parecer  hay personas  que periódicamente publican esas recopilaciones. Pues bien, hoy me ha apetecido publicar “mis frases”, o mejor, las maravillosas frases que tan acertadamente expone Albert Espinosa en su libro “Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven”. Excelentes invitaciones para reflexionar, acunar sentimientos y vivir emociones.


            Con una literatura sencilla pero con una carga potencial tremenda, este libro nos refleja la incapacidad de mostrar sentimientos en este siglo XXI. Nos retrata esa penalización que en esta mercantilista sociedad supone la sinceridad, pero ese es  argumento lo suficientemente potente para ocupar otro rincón en otro momento en éste “MI MUNDO”.
             En “Si tú me dices ven lo dejo todo….pero dime ven”, descubrimos los sentimientos e inquietudes de un cuarentón que atraviesa una  mala época pesonal.  En ese momento vive situaciones  que le llevan al pasado, su pasado y es ahí donde decide volver inconcientemente, a ese lugar donde fue feliz, ese  escenario “al que nunca debiéramos tratar de  volver” según Joaquín Sabina.
            Dani, el protagonista, vuelve a su particular paraíso y es ahí donde supera inquietudes por medio de flashbacks. Sus reflexiones dejan pinceladas para cavilar, lo hace él (Dani) y abre la ventana para que el lector asuma el grado de introspección que la frase le suscita como una invitación para también poder él (el lector) meditar. Unas veces el pensamiento se convierte en un desafío, en otras es un estimulo, pero jamás, es imposible permanecer impasible y pasar página sin detenerse en los propios sentimientos. 
            En mí fue así y por eso  dejo aquí algunas de esas frases ante los que yo fui incapaz de ser impasible. Son expresiones capaces de irritar y aquietar, de enturbiar y calmar, de detener y de encender, de evitar y provocar….
Frases como:
“Amar sólo se puede conjugar en pasado. Yo amé.Querer es el presente, amar es el pasado”.
“Es mejor perderse de pequeño…porque si te pierdes de pequeño no te perderás de mayor”.
“Antes de enseñarte a caminar habría que aprender a caerse”
“El goce de ganar nunca debería ser superior al de perder”
“La felicidad no existe, sólo existe ser feliz cada día”
“El cuerpo es nuestro mayor enemigo y a la vez nuestro mejor aliado”
“Se puede ser un luchador con el cuerpo de un cobarde”
“Que te quieran, si tú no quieres, te acaba aletargando”
 
“Escribir es besar con la mente”
"Siempre he creído que en la vida hay personas que te alimentan, que te quieren y que necesitas, de tal manera que cuando los pierdes, nadie puede llenar ese vacío"
"Perder a alguien sin haber llegado a conocerlo te produce una impotencia tremenda"
"Tu vida es lo que te pasa y no lo que originas"

“Cuando crees que tienes todas las respuestas, llega el universo y te cambia las preguntas"
Y magistral diálogo:
-“No puedo vivir sin ti
-Sí puedes,
-Puedo…. pero no quiero……”

 

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