miércoles, 31 de octubre de 2012

EL DESPRESTIGIO DEL PERIODISMO DEPORTIVO

                “Empecé con deportes, que durante muchos años fue una vía de entrada para los que no teníamos titulación, ni ganas, ni tiempo para conseguirla”. Con esta declaración de Andreu Buenafuente en una entrevista en el magazine Jot Down (www.jotdown.es) renace el fantasma tan manido de que la sección de deportes en los medios de comunicación es el “cajón de sastre” donde se agrupan los “aprendices” de periodista.

          En pleno siglo XXI y cuando los estudios de ciencias de la información y comunicación audiovisual son una opción en las universidades, parece subsanada la afirmación real que ofrece Andreu Buenafuente. Sin embargo, el pasado sigue envileciendo con demasiada asiduidad la sección de deportes de los medios. Muchos conceptos todavía se basan en esa idea de considerar sólo un buen locutor o un aficionado informado a quien forma parte de la redacción de deportes en un medio para ejercer la profesión de contador de noticias.

        La mentalidad de desprestigiar al periodista de deportes se reviste de un plus de peligrosidad para quienes pretendemos dignificar la profesión periodística cuando es ese concepto el quienes enarbolan la falsa bandera de la objetividad, la investigación o el reportaje como los únicos factores elogiables en el periodismo.

          La realidad es mucho más clarificadora. Muchos de esos “grandes periodistas” recurren para mostrar su “sapiencia” a entrevistar a personajes populares e idolatrados precisamente por su profesión de “deportista”, los últimos días hemos visto algunos de esos ejemplos pero no nos mostraremos tentados de dar sus nombres por publicidad innecesaria.

         Otro ejemplo se ofrece en las coberturas informativas de los medios audiovisuales en grandes eventos. En ese caso son muchos los periodistas “nacidos” en la redacción de deportes a los que se recurre para cubrir informaciones donde la inmediatez y la narración ha de ser directa, sin tiempo para preparar discursos grandilocuentes o disponer de un prompter que leer.

           El periodista completo no es el de una sola dimensión, independientemente que especifique el desempeño de su profesión en política, economía o deporte. En esto como en muchas cosas, el reciclaje, la capacidad de superación, la autoformación y la inquietud intelectual no es exclusiva del periodista de información general.

         La responsabilidad de cada cual es primordial también en el ejercicio de su profesión y eso, por suerte, es intrínseco de la persona como individuo, no tanto de la sección en la que ha de desarrollar sus conocimientos. Aunque la dignificación del periodismo deportivo se envilezca con demasiada asiduidad, quizás por el elenco de sinergias auspiciadas bajo demasiados intereses (no periodísticos).

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