He
de reconocer mi fascinación por las elecciones en EEUU. Siempre he considerado
que es el típico evento que te permite innumerables lecturas mediáticas y
sociológicas, un análisis simplemente somero te permite retratar resquicios del
fenómeno Goebbels, sumum de la propaganda política. Al menos así lo hemos considerado
y estudiado en mi generación preparada mucho antes que su último biógrafo,
Peter Longerich, hubiera escrito sobre el “sobredimensionado poder
propagandístico” del ministro nazi.
Sea
o no certera la capacidad de Goebbels para publicitar hechos políticos, sí es
cierto que los inicios del siglo XX abrieron una capacidad de estrategia de
manipulación que, aún rediseñada y adaptada al siglo XXI, la proliferación de
las redes sociales o la globalización de la comunicación, continúa
extremadamente vigente, es más, ha disparado su potencial.
Es
por ello que las elecciones en los EEUU cautiva a cual sociólogo que se preste.
Las perspectivas de análisis son tan amplias que permiten activar estrategias
de ciencias tan diferentes pero con sinergias tan próximas y definidas como la sociología,
psicología, cc de la comunicación, publicidad, imagen, política…
Informativamente el atractivo que sugiere este evento cada cuatro años es
todavía incomparable a cualquier otro acto que pueda definirse en democracia.
El
gran Hollywood en el que se convierte uno de los países más poderosos del
planeta deja secuelas que sirven de base para marcar hitos y crear semejanzas
que luego serán mimetizadas por doquier. Un mensaje puede convertirse en una
expresión que marque época, pasó hace cuatro años con el ”we can” de Obama, y
al tiempo, porque semejante camino puede llevar el “lo mejor está por llegar”.
Son
frases que han generado campañas publicitarias, políticas e incluso deportivas.
Es frase de culto aplicable en casi cualquier entorno o ámbito. Esta campaña
reciente estadounidense es ya nuevo campo de cultivo para sociólogos que
desgranarán todo tipo de detalles, algunos nimios, otros puede que excesivamente
elaborados. No habrá una sola conclusión aunque Obama lo ha hecho fácil, si en
2008 fue “We can” y en 2012 el resquicio de su nombramiento lo marcará una
imagen. Sí, esa fotografía que ha batido records en twitter y que ¿“sólo”
muestra un abrazo?.
La
duda es: ¿imagen improvisada y
espontánea o resultado de una preparada estrategia? Esperemos análisis….