lunes, 28 de julio de 2014

VA PER TU JOSEP


    “Escriu tot. Fes-ho. Sense por. Després ja reescriuràs. Vomita tot el que tinguis al pit i necessites dir. Un cop fet, ja ho convertiràs en text literari. A base de correccions. Escriure és això Yolanda: sentir i pensar. Després treballar reescribint…La profunditat de la literatura la dona la profunditat dels sentiments”.

   Nada hacía presagiar que esas serían las últimas palabras que intercambiaría con Josep Forment, editor, escritor, traductor, erudito, un hombre de extrema bondad, sensibilidad, humor y amor. Un hombre que fue mentor para muchos por su capacidad intelectual y referente para otros por disponer de una mentalidad tan grande como sensible corazón. Enorme corazón. Extraordinaria generosidad.

   Josep era (qué difícil resulta utilizar el pasado) una persona que enriquece a quien se acerca a él, te hacía sentir que eres especial y de repente te das cuenta que es su luz la que te hacía brillar, su optimismo el que te invadía y su fuerza la que te guiaba.

   Por todo ello, ha sido un duro golpe del destino recibir de forma inesperada conocimiento de su repentina muerte. Y ahora, todavía con lágrimas y sin recapacitar sobre lo sucedido, estoy aquí “vomitando lo que tengo en el pecho y necesito decir”.  Porque hoy necesito decir…

   Josep, necessite dir que sent com un péssic a l’ànima que ens va faltar temps, que quedaren tantes coses per treballar junts, tants escrits que em comentares, tantes correccions que m’havies de fer.  Ara que treballava cada dia “vomitant”, els meus escrits queden orfes, ja sempre, vagen on vagen, quedaran orfes, perquè tu fores el seu impulsor, molts d’ells nasqueren perquè sabíem que tu els llegiries per a fer-los un poc grans, que tu em guiares en el “reescriure” i ara, per sempre, quedaran sense el teu parer, tindran receptors però no tindran el pare que t’oferires ser.


   Puff!! Josep, perquè la parca t’ha volgut tan prompte al seu costat?

   Maldito destino que se empeña en truncar esperanzas, arrebatar sueños, sesgar vidas, jóvenes, inesperadas, necesarias, porque tal vez es verdad que no hay nadie imprescindible, pero si hay algunas personas insustituibles, por lo que son, por lo que representan y por lo que emanan. Josep Forment, era una de esas personas.

   Los que lo conocieron de cerca han amainado su dolor con sus escritos, su entrañable Gori lo ha hecho de forma inconmensurable  en el este artículo https://gregorieditor.wordpress.com/2014/07/18/cada-uno-de-los-instantes-que-vivimos-son-la-unica-medida-de-la-existencia-josep-forment/ Han perdido al hermano, al socio, al amigo,  la pareja, el padre…

   Yo he perdido a quien me ofreció su mano para guiarme por lo que durante mucho tiempo fue la ilusión de escribir y que, con su ayuda, comenzaba a hacer ahora realidad. Una de esas personas que te descubren y que desde la distancia te acompaña en esos momentos donde encuentras quien eres por lo que eres capaz de sentir, de contar, de ver, de soñar, de imaginar, de creer, por todos esos mundos que te permiten el acercarte a un papel e iniciar el proceso, a veces necesario, de escribir para vagar por otros mundos, para aprender a querer éste, para apreciar un instante, señalar un momento, diseñar un recuerdo, dibujar una realidad, sentir una ausencia.

   La ausencia que deja el adiós de la buena gente. Ausencia que no se cubrirá porque sí, Josep, nadie es imprescindible pero sí insustituible.

   Tot i això, et promet que ara sí, Josep,  ara continuaré escrivint, fins i tot ara tinc un motiu més perquè tinc un guia nou que no em comentarà els escrits però que m’acompanyarà en forma de musa, segura com estic que seurà al meu costat en el moment creador, eixe que em feia tanta por i que tu sempre ajudaves a recrear…

PER SEMPRE AL RECORD, JOSEP FORMENT, Molt més que un home bó…

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