“La
única lucha que se pierde es la que se abandona”, la frase del Ché la hicieron suya hace casi dos décadas los
vecinos del Cabanyal. Y ahora, cuando parece que la perspectiva es menos oscura,
sin ser deleitosa alberga rayos de esperanza después de años de desilusión,
momentos de dudas y coyunturas difíciles
de soportar.
La
degradación a que las instituciones políticas han condenado al distrito
marítimo de la ciudad de Valencia ha surtido efecto. Eso sí lo han conseguido, pero solo a medias, han
puesto durante años demasiado empeño en ello para no recoger sus frutos.
Esto también es el Cabanyal de hoy |
Sin
embargo, ni con la ruina acechando en determinadas zonas del barrio han logrado los anhelos
destructores la pérdida de la identidad del Poble Nou de la Mar. Como tampoco han conseguido la división
vecinal. Sí ha habido divergencias, hay diversidad de opiniones, pero jamás hubo
la confrontación que solo determinadas personalidades vociferan sin aceptar que
nunca una mentira por repetida pasa a ser hecho verdadero.
Por
eso, fieles a su tradición, sus costumbres y su propia particularidad, todos los
vecinos del Cabanyal han soportado la humillación de ver invadido su espacio,
han sufrido la desidia de los encargados de respetar su historia, han padecido
la impotencia de la insolidaridad. Pero no es momento de mirar atrás, (ya quedó
latente mi opinión al respecto en un anterior artículo en este mismo blog) la
lucha no debe cesar, porque en ella está la defensa de la singularidad de todo un pueblo.
El
próximo domingo 6 de abril, los vecinos saldrán a la calle para mostrar que la
sociedad del Cabanyal está viva, tiene presente y tiene futuro. Y serán los
vecinos, la sociedad civil quien reclame
la solidaridad que el pueblo valenciano ha mostrado en otros momentos y en
otros lugares hacia otros pueblos.
Rincón del Cabanyal (abril 2014) |
El
Cabanyal necesita del empeño de todos para sobrevivir porque solo desde la
unión, el convencimiento y la empatía de los vecinos de la ciudad a su barrio
más marítimo se podrá tomar la decisión de acción que todo el distrito
necesita. Y eso, nada más (y nada menos) se pedirá el próximo domingo día 6 de
abril en las calles del barrio.
No
será una reclamación convocada por políticos, no debería serlo. Por mucho que se una ahora
a la defensa del barrio este colectivo, todos los partidos políticos han sido incapaces
durante más de una década de ofrecer una plataforma de diálogo válida para regenerar
el distrito marítimo de la ciudad. Se les olvidó que el futuro no lo podían
diseñar sin escuchar a los vecinos.
Suerte que una nueva generación de cabanyaleros
que viven y sienten con la identidad de ser vecinos del barrio, participar en
sus tradiciones y defender sus valores y que comienza a despuntar en política parece
que puede ofrecer, ahora sí, la perspectiva más óptima. Ellos sí creen que hay una
real idea de futuro como han visto
varias instituciones, entre ellas la Universidad Politécnica que siempre ha corroborado tanto las miras dibujadas por Salvem para la rehabilitación del barrio.
Pero
la realidad del proyecto necesita de la
fuerza de la sociedad, por eso las calles del Cabanyal han de estar llenas el
domingo día 6. Los dos siguientes domingos, el 13 y 20 de abril, las calles
lucirán engalanadas con las celebraciones de la Semana Santa Marinera, será el
momento de disfrutar de las raíces, mimarlas, respetarlas y potenciarlas, pero
antes, será el momento de mirar al futuro y ese futuro requiere de todos, solo
por eso necesitan las calles estar repletas de optimismo, orgullo cabanyalero y
esperanza en el futuro, porque sí se puede y tanto la historia de nuestros
mayores como el porvenir de nuestros pequeños lo merecen.