Y de repente
todo cambia. Y nada es igual, porque tú ya no eres el mismo.
Las noches
comienzan a ser más largas que los días.
Los días se suceden solo en el calendario, porque no pasa nada. No hay
nada.
Los sueños
quedan en el olvido.
Las ilusiones
caducan en el corazón.
Las
esperanzas se convierten en quimeras.
El invierno
deja de ser frio para convertirse en helado.
La lluvia ya
no limpia, no libera…
Se nublan los
sentidos,
las emociones
hieren.
Entonces
buscas desesperadamente. No sabes qué, no sabes a quién.
Y la vida
sigue imparable. Sin poder huir, sin poder cambiar, sin poder ser dueño de
nuestro destino. Impotencia, rabia, desazón, angustia…
Así nos
quieren, pero ¿por qué es así como nos tienen?