
Qué
lejos vivimos de la sociedad de Vizcaya que fue capaz de estar representada por
casi 30.000 personas en las gradas del vetusto San Mames en la jornada de ayer
domingo para asistir al partido de cierre de temporada que iba a dilucidar el
titulo de campeón entre el Athletic Club y el FC Barcelona.
Aquí,
en nuestra Valencia, las futbolistas de nuestros equipos son casi quijotes que
han de sobrevivir en un mundo profesional compaginando su afición al fútbol con
estudios o trabajos complementarios. Es por ello que hoy quiero mostrar todo mi
respeto a las chicas del LevanteUD y del Valencia Féminas. Y aplaudir desde
este rincón su esfuerzo por una
temporada exitosa para ambas.

Sin
embargo, el equipo, ha conseguido una temporada más mantener la categoría y la
próxima campaña volverá a estar en la élite. Y eso es digno del más fuerte de
los aplausos.
En
el LevanteUD, por suerte, el mimo de la entidad es mucho mayor hacia un equipo
que ha otorgado al club sus mayores laureles. Un conjunto que, no solo volverá
a repetir en la máxima categoría una temporada más, sino que además, desde el
próximo domingo disputará la fase final de la Copa de la Reina siendo junto al
R.C.D.Espanyol, precisamente su próximo rival
en los cuartos de final de la competición del ko, el conjunto que más títulos de
Copa dispone con un total de seis trofeos en sus vitrinas.
Ovación
cerrada, pero no por ello callada, merecen las jugadoras de Antonio Contreras,
ese grupo donde Maider, Ruth o Mariví continúan siendo el motor principal de
una plantilla que esta temporada ha visto debutar a varias jugadoras de la
cantera con el primer equipo.
Un
conjunto en el que cohabitan futbolistas internacionales como la capitana de la
selección absoluta Ruth y tres jugadoras más que ya han sido concentradas en
varias ocasiones como son Ana Buceta, Alharilla o Sandra Paños, una de las tres
mejores porteras de la categoría. O jóvenes como Nerea internacional sub’19 o
Sheila y Paula Guerrero sub’17.
Un
equipo, que esta temporada ha mejorado incluso la clasificación liguera de la
pasada temporada finalizando en cuarto lugar la competición, sin grandes
fichajes, solo con el impulso del trabajo en la cantera. Ahora jugará la Copa y
que merece el elogio también por los valores que representa, por esa
solidaridad mostrada en un conjunto que esta temporada ha tenido dos mazazos en
forma de lesión con los problemas vividos precisamente por Maider y Andrea
Esteban.
Y
la alabanza quiero que sea también sobresaliente por su dedicación desde hace
varios años a dos miembros del cuerpo técnico granota como son Manolo Almécija
y Javier Orero, emblemas de este equipo en el seno de la entidad levantinista.
La
liga ha acabado, Valencia volverá a tener la próxima temporada dos equipos en
la máxima categoría pero hasta entonces, aún podemos ilusionarnos con el
esfuerzo de unas futbolistas que sobretodo aman a este deporte y a las que le
queda la Copa de la Reina. Será el 19 de mayo cuando el Levante dispute la
vuelta de los cuartos de final contra el Espanyol, ahí sería una buena ocasión
para apoyar a las que, por su afición, honran cada jornada al equipo que
representan y al fútbol en su vertiente más deportiva.
Artículo publicado en www.vlcciudad.com