Cuando
la lectura de prensa se ha convertido en un castigo, encontrar informaciones
como las que publica este fin de semana EL PAIS SEMANAL sobre la “Revolución Trasera” quieras o no, se
agradece. Al fin y al cabo, la lectura de los periódicos en nuestra actual
coyuntura es un verdadero ejercicio de superación emocional ante tanta incongruencia
y tanta impotencia por tantas y tantas informaciones de corruptos, sucesos,
desastres y actos de sinvergüenzas que siguen manipulando, mientras destrozan,
nuestra sociedad.
El periodista, en este tiempo de crisis, lejos
de ejercer de trovador de la realidad se ha convertido en bufón de solo
determinados intereses y cuesta mucho encontrar informaciones que describan la
realidad que, la maltrecha sociedad, experimenta cada día.
La
desafección de nuestra sociedad no es solo respecto a la clase política o
judicial, la enorme distancia entre lo que vivimos y lo que nos indican que
vivimos, se percibe también en la prensa.
En
momentos preelectorales donde los grupos mediáticos empresariales son serviles,
el rol nativo de la prensa ha sido totalmente envilecido. Hace unos días, en INFOLIBRE, Luis García Montero describía
excelentemente esta realidad en este artículo http://www.infolibre.es/noticias/opinion/2015/02/15/los_encanallamientos_28364_1023.html
Por
eso, qué quieren que les diga, encontrar un buen reportaje sobre culos, quieras
o no, te despierta curiosidad y entretenimiento, otra de las tareas que los
medios de comunicación no debían haber perdido nunca.
Y
yo reconozco que hoy me he entretenido con la lectura de una noticia que se
presenta así:
“Revolución trasera. El
culo prominente ha fascinado desde la prehistoria hasta la Inglaterra
victoriana. Ahora, estrellas latinas y afroamericanas lo reivindica como signo
de éxito pop”.
Dudo
que sean pocos los que no sucumban a la lectura de un artículo que se anuncia
con esos términos. Porque hablar de culos parece siempre como cohibido, es una
de esas partes de la fisonomía castigada a la clandestinidad por esos
perjuicios religiosos que, queramos o no, se encuentran tan intrínsecamente
integrados en nuestra sociedad, que siguen marcando nuestro desarrollo como
ocurre por ejemplo también con el sexo. (Recuerdo el debate que produjo hace años
la presentación de aquel programa de la Dra Ochoa “Hablemos de Sexo”, por el
mero hecho de su título. Cómo que íbamos a hablar de sexo en un medio público. Eran otros tiempos, época que ahora incluso añoramos después de la involución social que ha experimentado este país los últimos cuatro años.)
En
fin, volvamos al hoy, reconozco que no descubrí mucha nueva información cona la lectura del artículo de EL PAIS, pero me
produjo verdadera satisfacción comprobar que esa parte donde acaba la columna
lleva siglos siendo foco de atención femenina…y masculina.
No
nos engañemos, al igual que el 95% de las mujeres sueñan con ser princesas y
ser rescatadas de una torre por un príncipe azul, casi el mismo porcentaje, se encuentra
generalmente insatisfecha en su totalidad con su anatomía. En general son otras partes del
cuerpo las que nos crean complejos, por eso está muy bien que de vez en cuando,
dejen de ser, por ejemplo, los pechos el centro de atención, con ese ramalazo de exclusividad en la seducción femenina que parece solo pueden experimentar ellos (los pechos).
¡Qué córcholis!, al fin y al cabo, las
posaderas tiene incluso una utilidad diaria máxima y es una parte anatómica excesivamente
castigada, así pues, por qué no comenzar a mimarlo.
Eso
de tener ojos bonitos, labios sensuales, pechos perfectos está muy bien, pero
bravo por el mimo al culo. Por qué no puede ser un centro de seducción para las
que no tenemos ojos azules, labios delineados o pechos prominentes.
Porque sí, la mujer se viste para sentirse atractiva, pero muchas, muchas, también agradecemos los piropos y esa capacidad de saber y poder seducir. Por cierto, ejercicio harto complicado para algunas eso de la seducción....
Porque sí, la mujer se viste para sentirse atractiva, pero muchas, muchas, también agradecemos los piropos y esa capacidad de saber y poder seducir. Por cierto, ejercicio harto complicado para algunas eso de la seducción....
No
es mi intención descubrir el contenido del artículo aquí recomendado, pero
bueno, está bien comprobar que lo del efecto push up para subir glúteos es algo
más que un invento de diseñadores de moda.
Confieso
que en mi caso durante años el culto mayor lo recibió la espalda. Decidí que
era mi parte más seductora y me harté de comprar vestidos que dejaran la
espalda al descubierto. Simplemente, me dio por ahí. Tal vez porque, en el
hombre era (y es) precisamente una buena espalda la que me deja rendida
totalmente a su atractivo (casi tanto como una pícara sonrisa). O quizás, solo fue porque durante años estuve marcada
por esa imagen de la espalda de Burt Lancaster en la película De aquí a la
Eternidad donde con un abrazo prácticamente envuelve a Deborah Kerr en su
totalidad. Ay, aquella espalda…y Ay, aquel abrazo a la orilla del mar...
En
fin, espaldas, traseros, de vez en cuando, también está bien evadirse con
menudencias o detalles tontos, ¿no?. Para eso
también durante años era útil la lectura de prensa.
Aquí el artículo motivo de esta columna : http://elpais.com/elpais/2015/02/27/eps/1425034907_870328.html
Aquí el artículo motivo de esta columna : http://elpais.com/elpais/2015/02/27/eps/1425034907_870328.html