El pasado viernes se presentó en la librería Cosecha Roja de
Valencia el libro MANOS SUCIAS del escritor y periodista Carlos Quilez editado
por Alrevés. Una novela que, como indica su autor, “se parece demasiado a la verdad”
y que, entre otras alertas, emite con claridad el mensaje de la necesidad de
transformación y regeneración de la sociedad actual, si no queremos que esa
eclosión final del argumento del libro con la evidencia de la relación directa
entre corrupción política y crimen organizado supere en la realidad la ficción
de la novela de Quilez.
Porque la trama policial en la que se desenvuelve Manos Sucias establece demasiadas
similitudes con la coyuntura que se vive en España, muestra cómo los corruptos
van por delante de la sociedad, cómo, en ocasiones, el mal se impone al bien y
cómo los delincuentes con potencial económico y político compran casi todas las
voluntades.
Como indica el autor, “el daño de la delincuencia de moqueta al
Estado es enorme” entre otras cosas, porque el problema “no es que la corrupción afecte y llegue a la
mafia, lo duro es que esa relación, en nuestra coyuntura actual, llega al
pueblo y a todos los ámbitos de la sociedad”.
En este sentido, Manos Sucias, con su turbador final, te conduce a
una reflexión, “cuánto habrá detrás de las grandes noticias y de cuánto no nos
enteramos ni enteraremos”.
http://gobernatia.com/presentacion-libro-manos-sucias-valencia/
No obstante, como destaca Carlos Quilez, “puede que los corruptos sean
minorías pero manchan a todos”. Es por ello, la necesidad de
regeneración de la res pública y de la clase política. Por eso, la urgencia por
recuperar la confianza de la sociedad en quienes han de dirigir los designios
del pueblo en su conjunto.
Hablamos de ficción y de realidad, de buenos o, como le gusta
definir a los editores de Alreves y al propio autor, de personajes que trabajan
para el bien y de personajes que trabajan para el mal. Manos Sucias es una
novela que hay que leer con detalle, con un ritmo trepidante, unos personajes
claro-oscuros, un final demoledor y uno entre todos los mensajes que invita a la
reflexión: antes la mafia lavaba dinero, pero hoy el problema es que el
corrupto corrompe todo el sistema. Y ahí estamos todos, ahí vivimos todos.
Es inevitable que el pecado es cautivador porque la condición
humana tiene unos parámetros corruptibles, todos tenemos precio, pero la
sociedad no es insana por principios. Por ello, la urgencia por regenerarla,
por instruirla, reeducarla.
La novela ofrece mucho más, leerla apasiona porque percibes dosis
de realismo pero la cadencia de sus palabras y su hilo argumental te evade del
hoy. Es una historia tan excelentemente documentada que te ofrece infinidad de
paralelismos con nuestra cotidianeidad pero, al mismo tiempo, consigue evadirte
del presente para escabullirte en el apasionante mundo de la literatura.
Pero ante todo un mensaje: éste puede ser nuestro presente, pero
no ha de ser nuestro futuro. Diagnosticar el mal te ayuda a combatirlo.
(ARTICULO PUBLICADO EN EL BLOG DE GOBERNATIA martes 9-diciembre-2014)http://gobernatia.com/presentacion-libro-manos-sucias-valencia/