viernes, 31 de enero de 2014

DEL ¡POR FIN ES VIERNES! A...OTRA VEZ, VIERNES


     Vale, ¡por fin es viernes!  ¿Y qué?,
      Recuerdo que en un medio de comunicación (no recuerdo si fue radio o tv) se creó un programa de bastante audiencia bajo el título de ¡por fin es viernes! Todo lo bueno sucedía en viernes, era la gran fiesta, ni el sábado convencional ni el domingo de relax, el día grande era el viernes. Sin duda, eran otros y muy diferentes tiempos.  
     Hoy  para muchos el ¡por fin es viernes! se ha convertido en un látigo que golpea directamente el alma. El viernes nos recuerda que se acaba una semana laboral en la que no hemos hecho nada, han sido unos días vacios que caen para sumar uno más en nuestra vida,  son hojas del calendario que pasan sin una mínima anotación de tareas pendientes a realizar.

     Escribe Albert Espinosa en el libro “Brújulas que buscan sonrisas perdidas” que “puedes ser, todo lo que quieras llegar a ser” aunque muchos días, muchas épocas “Las mañanas son difíciles, las tardes duras y las noches imposibles” (A. Espinosa ).
      Amanecer bajo un sol radiante te obliga inevitablemente a abrir los ojos y mirar la luz. Entonces te tomas un respiro. Las mañanas son difíciles. Pero  las piedras siguen su marchan rio abajo y llega el precipicio. No puedes evitar  pensar en la caída. Buscas un atajo. Suspiras. Hay que lograr no perder el paso, te das la vuelta y oteas otro sendero.

domingo, 26 de enero de 2014

SIN LA SOLIDARIDAD DE GAMONAL, EL CABANYAL SIGUE SUPERVIVIENDO


     Hace días que barrunto trasladar aquí una reflexión donde he conjugado ira con tristeza, orgullo con desencanto. Con el fin de intentar poner distancia a ese torrente de contrapuestos sentimientos (difícil al referirse a las propias raíces) que originó en mi interior el efecto mediático que provocó el affaire del barrio Gamonal en Burgos he decidido esperar unos días, hasta hoy.
      La lucha de un vecindario por la defensa de su entorno ha demostrado a la clase política que una mayoría democrática en las urnas no significa un cheque en blanco. La solidaridad mostrada en muchos puntos del Estado por esta barriada ha sido plausible, pero muy envidiable para otro barrio que lucha también por su supervivencia como pueblo desde hace más de quince años y que, no solo no ha recibido la solidaridad más allá de sus “fronteras” si no que ha sido y es olvidado por la propia sociedad valenciana que, al fin y al cabo, es la suya: el Cabanyal, el barrio marítimo de la tercera capital de España, Conjunto Histórico Protegido de la ciudad de Valencia, declarado Bien de Interés Cultural desde 1993.
      Los vecinos el Cabanyal luchan por la supervivencia de sus casas y sus calles desde que en 1997 el Ayuntamiento de la ciudad acordara un plan de reforma para prolongar la Avda Blasco Ibáñez de  la ciudad hasta el mar, un proyecto que supone partir el barrio en dos derribando más de 1.600 viviendas.  Una situación que se agrava en 1998 cuando el consistorio aprueba la suspensión de licencias en todo el entorno del Cabanyal-Canyamelar.
Literatura reciente sobre el Cabanyal
      La lucha política se balancea entonces entre las decisiones gubernamentales y los tribunales. Pero mientras tanto, se han sucedido los derribos y se ha paralizado cualquier actuación de mejora en el barrio. Así durante más de diez años, hasta que llega 2010 para abrir el capítulo que parece ahora sí definitivo.

      En esa fecha el gobierno de Zapatero emite  una orden ministerial que insta a acabar con las demoliciones y con todas las actuaciones que suponen una pérdida patrimonial y consideraba ilegal el PEPRI (Plan Especial de Protección yReforma Interior).
 
        Desde Valencia, las Cortes contestan aprobando un decreto ley de urgencia que declara el PEPRI legal sí o sí. El gobierno central presenta recurso al Tribunal Constitucional que lo admite a trámite. Cambia el talante del Gobierno con la llegada al mismo del PP y el Ayuntamiento de Valencia cree encontrar la panacea para sus planes de extinción del barrio;  pero la decisión que abre el futuro al Cabañal se produce con la aprobación por parte del  Consejo de Ministros  en octubre de 2013 de la retirada de los recursos de inconstitucionalidad interpuestos contra el derribo del barrio   “a cambio de abrir un proceso de diálogo con la Generalitat valenciana y con el Ayuntamiento sobre la reforma de este barrio, que permita su modernización y el respeto al conjunto histórico”.
Ahora sí ya no hay vuelta atrás.

      Durante más de quince años se han sucedido las actuaciones políticas dirigidas a la destrucción de un barrio construido arquitectónicamente en calles paralelas y perpendiculares, de ahí el agravante que supone cortarlo en dos  para construir en medio de sus calles una gran avenida. Una pretensión de la Valencia burguesa que nace en el s.XIX, con el pretexto de disponer de mejores accesos a la Valencia marítima, o un acceso más cómodo que la Avda del Puerto por donde transitaban las mercancías.

martes, 14 de enero de 2014

Y MIENTRAS...TODO PASA


Y de repente todo cambia. Y nada es igual, porque tú ya no eres el mismo.

Las noches comienzan a ser más largas que los días.

 Los días se suceden solo  en el calendario, porque no pasa nada. No hay nada.

Los sueños quedan en el olvido.

Las ilusiones caducan en el corazón.

Las esperanzas se convierten en quimeras.

El invierno deja de ser frio para convertirse en helado.

La lluvia ya no limpia, no libera…

Se nublan los sentidos,

las emociones hieren.

Entonces buscas desesperadamente. No sabes qué, no sabes a quién.

Y la vida sigue imparable. Sin poder huir, sin poder cambiar, sin poder ser dueño de nuestro destino. Impotencia, rabia, desazón, angustia…

Así nos quieren, pero ¿por qué es así como nos tienen?


 

domingo, 5 de enero de 2014

A UN GRAN "GRANOTA", EL LEVANTINO SALVADOR REGÜES

Si la muerte pisa mi huerto
¿quién firmará que he muerto
de muerte natural?

¿Quién lo voceará en mi pueblo?
¿quién pondrá un lazo negro
al entreabierto portal?

¿Quién será ese buen amigo
que morirá conmigo,
aunque sea un tanto así?

¿Quién mentirá un padrenuestro
y a rey muerto, rey puesto...
pensará para sí?

¿Quién cuidará de mi perro?
¿quién pagará mi entierro
y una cruz de metal?

¿Cuál de todos mis amores
ha de comprar las flores
para mi funeral?

¿Quién vaciará mis bolsillos?
¿quién liquidará mis deudas?
A saber...

¿Quién pondrá fin a mi diario
al caer
la última hoja en mi calendario?

¿Quién me hablará ente sollozos?
¿quién besará mis ojos
para darles la luz?

¿Quién rezará a mi memoria,
Dios lo tenga en su Gloria,
y brindará a mi salud?

¿Y quién hará pan de mi trigo?
¿quién se pondrá mi abrigo
el próximo diciembre?

¿Y quién será el nuevo dueño
de mi casa y mis sueños
y mi sillón de mimbre?

¿Quién me abrirá los cajones?
¿quién leerá mis canciones
con morboso placer?

¿Quién se acostará en mi cama,
se pondrá mi pijama
y mantendrá a mi mujer,

y me traerá un crisantemo
el primero de noviembre?
A saber...

¿Quién pondrá fin a mi diario
al caer
la última hoja en mi calendario?
(POEMA DE MIGUEL HÈRNÀNDEZ)


Estimado Salva,

Hoy que la parca ha querido pisar “tu huerto” para arrebatarte de este universo y llevarte junto a ella, ¿sabes quién llora? Todo el levantinismo.  

Toda la familia que nace y vive al regazo del Levante UD, nuestro club centenario de la ciudad de Valencia, es quien hoy lamenta  tu adiós con lágrimas azulgranas y es ella quien vocifera el dolor por tu repentina marcha.

El lazo negro lo viste el corazón del  LevanteUD como entidad y todo buen aficionado que sobrecogido intenta saber la razón de esta ausencia.

Y no Salva, no será un amigo, serán miles de recuerdos y vivencias los que mueran contigo, porque ya  nadie  podrá convertirlos en palabras.

Porque nadie Salva, nadie, nadie escribirá una línea más jamás de GRANOTES, porque esa columna en Levante-EMV era solo tuya.

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