La pasada semana el Levante UD anunciaba la continuidad de su
proyecto deportivo con la renovación y ampliación de la relación contractual de
Juan Ramón López Muñiz como entrenador del equipo que la próxima temporada
volverá a militar en la élite del fútbol nacional.
El técnico asturiano tenía automáticamente su renovación con
el Levante UD en caso de ascenso, pero bien han hecho Tito, Carmelo y el
presidente Quico Catalán en asegurar la presencia de Muñiz y reforzar así el
liderato sigiloso en la entidad de un hombre que ha conseguido que el Levante
UD vuelva a Primera División batiendo records, pero sin la prepotencia que, en
muchas ocasiones, su superioridad hubiera podido otorgarle.
No es J.R. López Muñiz un hombre de estruendos y protagonismo.
Tal vez, los años compartidos con quien considera referente y amigo y uno de
los técnicos nacionales más laureados en el espectro futbolístico internacional,
el entrenador manchego Juande Ramos (poseedor de 2 Copas de la UEFA, 1
Supercopa de Europa, 1 Copa del Rey, 1 Supercopa de España y 1 Copa de la Liga
en la Premier League), han marcado su actitud discrecional en los
banquillos.
Fue precisamente Juande Ramos el que vio las cualidades que
como técnico disponía el asturiano y lo hizo partícipe de su equipo de trabajo la
temporada 2003/2004 en el Málaga CF ejerciendo de segundo entrenador.
Posteriormente, el tándem entre Juande y Muñiz se repetiría en el Dnipro de
Ucrania, equipo que consiguieron clasificar para competición europea en 3 de las
4 campañas que permanecieron en el país del Este de Europa.
Muñiz siempre ha
mostrado su elogio hacia quien, curiosamente, también fue inguilino del banquillo granota en
la década de los años 90 (temporada 1994/95) cuando militaba el Levante UD en
la categoría de bronce,. Quizás por ello, como Juande Ramos, J.R. López Muñiz es poco amante de las entrevistas
y los primeros planos, pero su personalidad quedó plasmada rápidamente en el
vestuario granota que pronto identificó las cualidades de líder que caracteriza
al entrenador asturiano.
Muñiz, en solo unos meses, consiguió con su carisma,
transmitir ilusión, complicidad, cohesionar un equipo que afrontaba la
temporada con dieciocho bajas y más de una docena de nuevos jugadores nuevos en
su seno y ser generoso, a la vez que mostraba su credibilidad y autoridad desde
la persuasión y la habilidad de gestor de grupo que lleva intrínseca en su
propia personalidad.
La plantilla había cambiado su fisonomía tal y como pretendió
desde el inicio su director deportivo y principal artífice de la llegada de
Muñiz al Levante UD, Tito Blanco. Fueron compañeros de vestuario en su época
como futbolistas y poco dudó Tito que la amalgama de valores del vademécum del
asturiano sería esencial para la regeneración interna de un vestuario
envejecido en edad a la vez que en ambición y entusiasmo.
Bastaron solo unos meses para conseguir un clima en el equipo
donde comenzaron a fluir las cualidades del grupo para alcanzar el estado
anímico, físico y futbolístico que daría como resultado el logro del objetivo
del ascenso.
El Levante UD 2016/2017 ha sido el Levante de J.Ramón López
Muñiz. Por ello su credibilidad no fue cuestionada ni en los momentos de resultados menos
positivos que vivió el Levante UD allá por noviembre cuando sumó 3 partidos sin
ganar (maldito resultadismo).
Muñiz, el Levante UD, “su Levante” consiguió el objetivo
antes de cerrarse el mes de abril, pero faltaba conseguir el título honorífico
de campeón de la división de plata y mantener el nivel de competitividad en un
conjunto eufórico en unas celebraciones donde, de nuevo, el entrenador asturiano
mostraba su discreción ejerciendo el liderazgo silencioso y siendo generoso de
nuevo con su equipo.
El profesor de comunicación y Director de Yescom Consulting, Yuri Morejón afirma que “al jefe se le
obedece, mientras que al líder se le sigue”.
Muñiz seguirá en el Levante, porque desde su silencio, su liderato es
indiscutible.
ARTÍCULO PUBLICADO EN MACHOLEVANTE.COM